miércoles, 24 de noviembre de 2010

::: DIY, HAZTE TU PROPIA TIENDA :::

Cuando encontramos el local, nos enamoramos de él y decidimos que no lo podíamos dejar escapar. Así que confirmamos a su dueño nuestro interés y nos pusimos manos a la obra, queríamos abrir la tienda en el menor tiempo posible y ajustado a nuestro presupuesto. Así que nos veíamos en la obligación que re-usar el máximo número de muebles posibles y hacérnoslo todo nosotras menos lo que realmente fuera imposible. Y os puedo decir que hemos aprendido electricidad, pintura, restauración de muebles, bricolaje, y a usar el taladro con precisión. Tuvimos que contratar a un cristalero, carpintero y un soldador, porque con eso sí que nos sentíamos incapaces. 

Para empezar nos dimos una vuelta una noche de tirada/recogida de muebles en la calle y nos hicimos con unos porticones blancos que se han convertido en estantería y donde colgamos la ropa. Nuestro padre tiene un almacén donde guarda los muebles que han pasado por su vida y la de sus antepasados y nos abrió las puertas para que cogiéramos todo lo que quisiéramos (¡bieeen!). Ahí completamos casi toda la tienda, un marco de 4 x 2 m que queríamos convertir en vitrina de joyas, un banco largísimo de una antigua alpargatería, una estantería que estaba debajo la escalera de nuestra tía-abuela, un mueble con persiana que ya nos tenía prometido, una mesa de despacho italiana, un costurero antiguo, las estanterías de una tienda que tuvo mi madre antes de que naciéramos ... Además a las dos semanas de empezar el proyecto, nos encontramos en la plaza de Sant Pere una vitrina tirada totalmente destrozada, que es la que se ha convertido en nuestro escaparate. 

Así que de golpe ya lo teníamos todo, solo teníamos que repararlo. Y así empezamos. Nos pasamos días y días restaurando esos muebles, yo creo que como mínimo habremos introducido el producto de mata-carcoma en unos 2000 agujeritos… Después de la carcoma vino el decapado de barnices, que lo probamos de dos maneras, con decapante químico (terrible) y con una especie de secador que echa aire caliente, levanta la pintura y se tiene de retirar con espátula (el mejor). Por último mano de cera y ¡voilà! mueble terminado. 

Después pintamos pareces, fijamos barniz a la pared de piedra para que no soltara (tanta) arenilla, realizamos la instalación eléctrica… Hicimos el traslado del taller de joyería y… 

¡Ya está! ¿a que parece fácil? Pues lo fue, aunque a priori no fuéramos capaces ni de pensarlo, es increíble lo que se puede hacer con ilusión. Solo tuvimos que dedicarle muchas horas. 

Gracias a Rosa por el traslado del taller, a Jordi por el traslado de la futura vitrina, a Salvador por los cristales, a Augusto por soldarnos las piezas a medida, y a Jose y Paco por dejarnos material de bricolaje.


[En la primera foto se ven los porticones tal y como han quedado en la tienda. 
Las siguientes fotos forman parte del proceso de restauración]

[La fotografía de arriba es el aspecto actual de la vitrina de joyas después del proceso de restauracion, 
instalación de cristales e iluminación, y debajo son fotos de parte del proceso]

[La foto de arriba es cuando estábamos probando la iluminación de la vitrina del escaparate, 
abajo izquiera preparando los ganchos para ser colgada y en la derecha es como quedó finalmente]

[estas son fotos del proceso de pinta y colorea tu propia tienda]

[atreviéndonos con la parte eléctrica... ]

[arriba se ve el taller actualmente en la tienda y en las fotos de abajo están 
las fotos del antiguo taller y del traslado]








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